martes, 21 de agosto de 2007

Posicionamiento frente a la Coyuntura por la que atraviesa Alternativa


Alternativa Socialdemócrata: Su derecho a existir y a ser diferente

Alternativa Socialdemócrata ha comenzado su proceso interno de elecciones para integrar democráticamente las nuevas direcciones estatales, así como los órganos nacionales de dirección, el Consejo Político Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional.

En la actual competencia interna se confrontan posiciones diferentes al menos sobre dos temas relevantes para el futuro del partido: La necesidad de que los partidos ajusten su actuación a principios éticos y renueven sus viciadas prácticas políticas que privilegian los intereses de las elites y burocracias partidistas más que los intereses de la ciudadanía, y la política de alianzas que debe adoptar Alternativa con vistas a las elecciones federales de 2009 y 2012.

Las diferencias se hicieron evidentes cuando el presidente Alberto Begné, acordó una coalición electoral con el PRI en Veracruz, al más puro estilo de la política tradicional que Alternativa siempre ha rechazado. No hubo propuesta programática y política común: se firmó la misma plataforma electoral que el PRI había firmado semanas antes con el PVEM, llamada “Fidelidad por Veracruz”. Alternativa no tendrá representación en el Congreso local y no hay compromisos para corregir la deficiente gestión de Fidel Herrera. En la coalición con el PRI no hay beneficio para la sociedad veracruzana. Sólo dinero público para un grupo de personas y compromisos con el Gobernador que nadie, más que el grupo de Begné, conoce.

El contraste no puede ser más claro con lo que ayer decidió una amplia mayoría del Comité Ejecutivo al aprobar la candidatura común con Leonel Godoy sobre la base de coincidencias políticas y programáticas con el PRD y con la posibilidad de incluir en la campaña los temas que diferencian a Alternativa de la izquierda conservadora.

La negociación de Veracruz forma parte de una estrategia más amplia del grupo de Alberto Begné, quien ya declaró públicamente su intención de llevar a Alternativa a una alianza con sectores progresistas del PRI en 2009 y 2012, sin que hasta ahora haya aclarado cuáles son esas fuerzas progresistas. ¿Ulises Ruiz en Oaxaca, Mario Marín en Puebla, Manlio Fabio Beltrones? ¿Quiénes son, qué proponen? La estrategia de Begné carece de novedad. Durante décadas existieron en México partidos políticos como el PPS o el PST que dijeron lo mismo, sin definir quiénes eran esos sectores progresistas del PRI, y en realidad sólo negociaron su supervivencia como concesión del régimen.

Como se puede ver, estamos ante diferencias políticas de fondo que la opinión pública tiene derecho a conocer; no se trata, como se ha querido presentar, de una disputa personal entre liderazgos en el partido.

Las diferencias políticas que se han manifestado en nuestro partido durante el último año no se refieren a si debe ser Alberto Begné el presidente del partido o si debe ser Patricia Mercado. Se refieren a si es posible construir un partido de mujeres y hombres libres, con la autonomía de las personas como punto de partida de una cohesión que se construye en el debate abierto de ideas y posiciones o si Alternativa va a reproducir la política de siempre, la del antiguo régimen que subsiste hoy no sólo en el PRI , y que se basa en el acarreo y la manipulación clientelista; una política que medra con la pobreza de la gente para acabar con las miserias de los políticos.

Nosotros, a diferencia del grupo que encabeza Begné, consideramos que la mejor ruta para México es la construcción de una agenda política y programática de las izquierdas que logre una mayoría sólida en el Congreso para, desde ahí, promover los cambios a mediano y largo plazos, pero siempre respetando y ampliando el marco democrático y las libertades civiles e individuales.

Para llegar a este objetivo Alternativa requiere primero fortalecer su propia identidad y tener claro lo que debe ser su aportación. Creemos también que deben ser los votos de los ciudadanos por propuestas claras y candidatos propios lo que fundamentalmente le de a los partidos la fuerza para establecer coaliciones parlamentarias con objetivos bien definidos.

Hoy se discute la reforma electoral y los partidos de siempre están viendo cómo cierran más el espectro partidista para consolidar su oligopolio. No discuten su propia reforma; no se plantean cómo ser menos caros y más transparentes. No están discutiendo cómo hacer campañas más programáticas y menos publicitarias . Lo que quieren es recortar la representación y cerrar la competencia. Le echan la culpa de los males de la política mexicana a los partidos nuevos cuando son los viejos los que cuestan caro y no resuelven los problemas .

Hoy la política de siempre se refleja en la manera en la que se negocian los temas en el Congreso. El regateo como método: apruebo tu reforma fiscal si me das lo que quiero en la reforma electoral. Nada de coherencia en las agendas legislativas. Sólo intercambios basados en intereses mezquinos.

Por eso tenemos diferencias en Alternativa Socialdemócrata. Porque también aquí hay quienes defienden esa vieja forma de hacer política. Nosotros no somos un bloque cerrado alrededor de un liderazgo carismático. Somos un grupo de personas libres que queremos hacer política de ideas con otras personas libres. Queremos alianzas claras con objetivos bien definidos y compromisos de cara a los electores. Queremos un partido que reivindique la autonomía de la ciudadanía y queremos un programa de libertades y derechos. Que la opinión pública no se confunda. En Alternativa estamos debatiendo entre la vieja y la nueva política.

Posicionamiento dado a conocer el 15 de agosto en Conferencia de Prensa en el Nacional

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