jueves, 29 de marzo de 2007

El aborto ; moralizando desde la ley.

La pregunta más recurrente ante la polémica que se avecina en la ALDF respecto a la despenalización del aborto es:

¿Estás a favor o en contra del aborto?

Puesta así la pregunta tiene un caracter plenamente moral. Cuando se hace esa pregunta a un varón, además es un tema hipotético.

Cuando la pregunta se circunscribe a la moral la respuesta dependerá de lo que viva en el interior de cada individuo: de su historia personal , creencias , costumbres , etc . . .

Si alguien cree en la existencia del espíritu y piensa que un feto ya está dotado de esa esencia intangible es normal que se oponga al aborto.

Si alguien considera (por su historia personal) que no habría nacido de ser legal el aborto en la época en que su madre estaba embarazada, tampoco se le puede pedir pronunciarse a favor del tema.

Ni las creencias del primer caso, ni los miedos del segundo pueden ser eliminados fácilmente de la mente de una persona por mayor evidencia científica o legislación que se genere al respecto. Retomaremos esto más adelante.

El problema viene cuando pasamos de lo puramente moral hacia lo legal. Legalmente todo ser humano tiene derecho a la vida, pero ¿cuándo se gana la categoría de "ser humano"?.

La ciencia nos puede dar detalles exactos sobre la viabilidad del cigoto/embrión/feto en cada etapa del embarazo, o las características del desarrollo intra uterino semana por semana, pero no puede decirnos cuándo el "algo" (cigoto) se convierte en "alguien" (persona) y no por falta de capacidad técnica , si no porque el "alguien" es una categoría que no fue concebida desde el pensamiento científico.

Si analizamos el concepto de "humanidad" a lo largo de la historia veríamos que durante mucho tiempo alguien que no practicara el catolicismo, no era (en términos prácticos) un ser humano, se le debía evangelizar o destruir. Ante los ojos de las potencias imperiales , la conversión a la fe cristiana era indispensable para que los "salvajes" adquirieran un alma y la categoría de personas.

La secularización de la ley expulsó de la concepción de "humanidad" los preceptos religiosos y aumentó la cobertura del término hasta el momento del nacimiento.

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. (Artículo primero de la declaración universal de los derechos humanos)

Los avances en fisiología, así como la evidencia empírica demostraron que durante el último trimestre de embarazo el feto puede sobrevivir fuera del vientre materno , por lo que el momento del nacimiento debería considerarse algo plenamente accidental y se debería aumentar la protección de la ley a los tres últimos meses del estado de gravidez.

La polémica tiene que ver en qué postura debe tener la ley respecto a los dos primeros trimestres del embarazo, si el feto no es viable fuera del vientre materno, entonces no adquiere automáticamente los derechos de un recién nacido, la ley debe reconocer explícitamente esos derechos , de lo contrario el único sujeto de derecho será la madre y en ella recaerá la responsabilidad de decidir si continúa o no con su embarazo.

El concepto de "ser humano" es plenamente filosófico y subjetivo. El sentido común nos indica que alguien que esté en posibilidades de nacer de otro ser humano adquiere en automático esa categoría.

Pero ... ¿qué pasa cuando dichas posiblidades no existen?. Hasta ahí la ley y la ciencia se ven imposibilitadas para resolver este dilema filosófico. La verdadera pregunta es...

¿Qué debe hacer la ley ante la imposibilidad de resolver la controversia?.

Debe dejar que sea el sujeto incontrovertible de derecho (la madre) la que decida si continuar con el embarazo o no.

Despenalizar el aborto tiene que ver únicamente con esa realidad legal, la realidad moral tiene que ver con cada individuo y la función de la ley es proteger esa esfera.

¿Tienen derecho los grupos provida de hacer campañas en contra del aborto? Sí, muchos grupos de acción intentan cambiar la perspectiva moral de la sociedad; se vale, lo que no se vale es que intenten imponer mediante la legislación sus preceptos al resto de la sociedad.

¿Se debe obligar a un médico a practicar un aborto si va contra sus convicciones? No, eso sería contradecir el espíritu de la misma ley (el respeto a las convicciones morales de cada individuo).

Miles de mujeres mueren al año en nuestro país por abortos clandestinos, un sector de la sociedad (el que está a favor de la despenalización) está haciendo su parte para que esto no suceda, ¿por qué el otro no hace lo mismo? ¿se limitará a oponerse sistemáticamente a iniciativas de este tipo sin buscar apoyar a las mujeres que han decidido abortar?¿por qué no mejor usar sus recursos (muchos provenientes de jugosos patrocinios de órganos empresariales) para ese fin?

Así la polémica sería más provechosa.


sábado, 24 de marzo de 2007

Izquierda y Derecha

Para muchos que se dicen simpatizantes de la izquierda, la definición de su contraparte de derecha es muy sencilla: La izquierda defiende las mejores causas de la humanidad, la derecha las obstaculiza. Si la izquierda busca acabar con la pobreza , la derecha busca generarla.

Si la izquierda está comprometida con la educación , la derecha busca convertirla en un privilegio y así interminablemente.

Cuando el teatro de la historia ha puesto villanos en ambos lados del escenario (nunca falta un Stalin para un Pinochet , podría enunciarse) ¿tiene algún sentido seguir pensando en la dicotomía izquierda-derecha como una lucha entre el bien y el mal?.

Desde mi punto de vista la izquierda y la derecha buscan fundamentalmente lo mismo, defender las reglas del juego que consideran primordiales para que el estado funcione adecuadamente.

La eterna polémica entre estas dos corrientes del pensamiento tiene que ver con qué reglas son fundamentales y cuáles no. Durante muchos años el matrimonio heterosexual fue considerado como una regla inquebrantable, las tendencias homosexuales eran una tentación demoniaca que debía reprimirse y encerrarse en el clóset para formar una familia como la "gente decente".

Cuando alguien decide extender la figura del matrimonio a los homosexuales es inevitable el choque entre los que creían en la familia tradicional como una verdad absoluta y los que no.

Lo mismo ha sucedido con otras reglas como la sumisión de la mujer o el mercantilismo a ultranza.

El cuestionarse las verdades que aparecen como absolutas es inherente a la naturaleza humana y no es algo exclusivo de la izquierda o la derecha. La diferencia radica en que la izquierda está más abierta a arropar a quienes deciden hacer su vida fuera de la frontera de lo establecido.

Una izquierda que busca exterminar a quienes no comparten sus "verdades" (incluída la derecha) es una izquierda de pose, una tiranía roja.

Una izquierda que cree que no puede compartir algunas reglas con la derecha, es un simple colectivo de antítesis.

Una izquierda que te pide escuchar (o no) cierta música , leer (o dejar de leer) ciertas publicaciones o pensar de cierto modo para ganarte su membresía es un grupo que (como decía Montesquieu respecto a Roma) : "... se rebela contra los tiranos y no contra la tiranía".